agosto 22, 2012

De viaje en la Línea 1 del Metro de Lima


Plano de la red de líneas que tendría el Metro de Lima... 
Adolfo Medrano

Después de varias idas y vueltas para obtener la tarjeta de medio pasaje,  al fin subí a la Línea 1 del Metro de Lima. Y, a pesar de algunos baches en la arquitectura del servicio, es un transporte que hacía falta. En realidad, teníamos un desfase de 149 años con relación al metro de Londres (1863), 99 años respecto al subte de Buenos Aires (1913) y 43 años con el metro de México D.F. (1969).

junio 21, 2012

El profesor Jirafales, la acreditación y certificación de la calidad educativa

Adolfo Medrano

Quizá algunos recordemos al abnegado profesor Jirafales, dictando clases en la escuela pública con la paciencia propia de un santo y a veces conteniendo la exacerbación ante las ocurrencias de sus singulares alumnos. En realidad, a su manera, él hacia un esfuerzo notable por brindar una educación de calidad al Chavo, Kiko, Ñoño, La Chilindrina y demás personajes.

mayo 17, 2012

Muerte

Carlos Fuentes
(Extracto de su libro
"En esto creo")

N de R.- Conocí la idiosincrasia mexicana gracias al libro "La Región más transparente" de Carlos Fuentes y ese texto fue mi mejor cuaderno de bitácora para entender a esa gran nación, de la que ahora me honro en formar parte. Fuentes seguirá viviendo a través de sus libros y habremos de recordarlo siempre como a un promotor del debate de las ideas, como a un demócrata a carta cabal, como a un actor fundamental en la construcción de nuestro futuro. (Adolfo Medrano).

mayo 04, 2012

La Malinche, las migraciones y el siglo 21

Adolfo Medrano

La Malinche, conocida también como doña Marina, fue un personaje que marcó un “parte de aguas” en la historia mesoamericana. Se le atribuye haber sido una colaboradora de Hernán Cortés en la conquista del Imperio Mexica. Su rol de intérprete de la lengua náhuatl al maya y de allí al castellano, habría sido determinante para que las tropas españolas se hicieran del territorio que constituyen los Estados Unidos Mexicanos en la actualidad.
Ergo, es un personaje polémico cuyo recuerdo se asocia con la traición a su pueblo. Cuando Cortés y sus huestes llegaron a las costas de Tabasco, en el sudeste mexicano, allá por 1519, encontraron a las etnias divididas y esta circunstancia les permitió avanzar hasta Tenochtitlán, la capital del Imperio, considerada la Venecia latinoamericana, aunque de este detalle nos ocuparemos en otra entrega.

abril 20, 2012

A por la III República Española



Es hora de acabar con privilegios y las herencias del poder sin sentido. Si bien existe una monarquía constitucional en España, eso no es suficiente para un pueblo que debe ser dueño de su propio Estado. Una cosa es el derecho a la propiedad privada y otro muy diferente el pretendido derecho a querer adueñarse de un país alegando linajes.

marzo 30, 2012

El café, tan negro y cotizado como el petróleo

Adolfo Medrano

El tema del café es de suyo, muy apasionante. Vengo de vivir algunos años en México, donde la cultura por esta bebida constituye parte de su dieta cotidiana y se incorpora en los menús de las comidas.
Hablar de café es referirse a un antioxidante, indispensable para la longevidad. Y obliga a polemizar con sus detractores para echar por tierra los supuestos efectos nocivos en la salud. Por supuesto, todo alimento o bebida consumido en exceso puede ser perjudicial, eso es de perogrullo.

marzo 16, 2012

El mundo al revés del Metro de Lima

Fito Medrano

Otra perla más para el anecdotario de cosas que pasan en Perú. Ahora que el Sistema del Metro de Lima, Línea 1 (Tren eléctrico) está a punto de iniciar operaciones con pago de boleto, acabo de ser informado en forma oficial, que la circulación del convoy de vagones será en dirección inversa al tránsito vehicular convencional. Es decir, tal como si viviéramos en Londres o Tokio.

marzo 07, 2012

Chespirito, los protocolos y las buenas maneras

Por: Fito Medrano

En las conferencias sobre comunicación asertiva que dicto en forma eventual, la primera reflexión que expongo a los participantes es recordar aquella escena de la serie de TV “El chavo del ocho”, en la cual Doña Florinda y el Profesor Jirafales se esmeran por recrear un protocolo de cortesías y buenas maneras.

febrero 16, 2012

Bach - Cello Suite No.1, 1. Prelude - bach

Piaget, los pata de perro y el futuro...

Fito Medrano

En el pasado reciente, la gente en Perú usaba una célebre expresión para criticar a sus hijos y amistades. “Sólo andas en la calle con ese pata de perro”, sentenciaba la frase. Así se cuestionaba a aquel amigo que nos tentaba a por jugar en las esquinas de nuestras casas.

Tengo la impresión que de allí surgió la frase contestaría para defender al amigo criticado. A la pregunta “¿quién es él?”, surgió la respuesta categórica. “Es mi pata”, que se mofaba de la crítica del padre o la madre.

“Pata de perro” era una de las expresiones más severas (¡cómo cambian los tiempos!) para comparar al hijo y a sus amigos, con los perros vagabundos que deambulan por el mundo sin rumbo, oficio o beneficio…

febrero 13, 2012

Camino de arena...

Este fue en su origen un blog de vinos, pero le he rolado hacia otros temas, en particular a uno que me interesa: la educación, el cual iré desarrollando de a pocos.

Ahora que mis notas se van al ciberespacio vía las direcciones de mis conocidos y a partir de ellos a otras personas, he decidido subir una imagen de las huellas de un camino de arena, tema de un próximo título de poesía que publicaré, dedicado en memoria de nuestro buen amigo Alfonso Cisneros Cox, alias Fonchín.

En este espacio seguiré compartiendo no sólo mis modestas ideas e impresiones sobre la vida, sino también música y videos. Ahora les adjunto, abajo de este artículo, un clip musical de Mozart, muy oportuno para la lectura.

Anímense a participar con sus comentarios, críticas y sugerencias.

Fito Medrano


Mozart - Piano Sonata No. 15 in C major, K. 545 - mozart

febrero 12, 2012

Para entendernos mejor


Escribe: Fito Medrano

¡Qué semana para estar ocupado!

Todo el tiempo frente a un ordenador, tecleando y tecleando cosas laborales o de mis estudios, y ni una posibilidad de añadir una línea a este blog…

Pero ya andamos de vuelta. Ahora que “volví” a escribir, entrecomillo lo de volver, porque, la verdad, siempre estoy escribiendo, he recibido el comentario de un par de amigos que se alegran que retome la “pluma” (ahora estas son puras metáforas frente a un mundo digital), pero también hubo alguien muy especial para mí, que me criticó acremente.

Me acusó de antiperuano, de sufrir complejos de superioridad por haber vivido mucho tiempo en el extranjero y apoyar a Iván Thays por sus críticas a la comida peruana. En realidad, no es que le diera mi respaldo, propiamente dicho. Lo que especifiqué y cito, por las dudas, fue: “Quizá exagere el escritor peruano con aquello que la comida peruana es indigesta, pero lo que sí, definitivamente, es desequilibrada en la composición de sus ingredientes”.

Y aproveché para hacer mí ya conocido alegado contra el comino.

Sin embargo, quizá no fue esto lo que mortificó a esta persona, sino que luego del alegato anti-comino, volví a la carga con algo que sí me parece a por tomar en cuenta, relacionado con nuestra actitud frente a la vida. Y me ratifico en que los peruanos tenemos una patología extraña. Quizá porque hayamos sido oprimidos por los incas, los españoles o los políticos republicanos, ocurre que nos encanta brincarnos las normas, acaso como un instinto de rebelión. Somos informales, nos gusta sacar provecho de toda situación y, desde un punto de vista psicológico, esto tendría algunas explicaciones vinculadas con nuestras profundas frustraciones de haber sido avasallados.

Y si antes era la opresión del costeño blanco de estirpe contra el serrano o selvático mestizo sin casta, los roles han cambiado y las luchas son de todos contra todos. El otrora sumiso serrano o selvático frustrado, es el nuevo rico, que no se acompleja y compite por el poder económico con el blanco costeño. Y, cosa curiosa, salvo honradas excepciones, ambos son informales, vulgares y con un acrecentado complejo de superioridad.

Vaya que si el tímido Freud hubiera vivido en esta época, tendría que haber pasado por un discípulo psicoanalista porque se hubiera atormentado de tanta contradicción.

Ahora bien, no es que todos los peruanos seamos malos o echados a perder. Claro que no. Los hay muy buenos y gracias a ellos, nos salvamos como país. No sólo me refiero a ilustres de la categoría de Mario Vargas Llosa, Javier Pérez de Cuellar o José Matos Mar, sino también a gente de a pie. A muchos cobradores de microbuses, a empleados bancarios, a oficiales y suboficiales de la Policía Nacional, a maestras abnegadas, a médicos cirujanos del sector público, a obreros calificados, a empleadas de hogar y más, que en sus distintas posiciones, son formales, educados, comprometidos con su quehacer, además de cordiales y progresistas. En estas mismas categorías los hay otros que son muy malos y por su actitud, desprestigian a sus instituciones y al Perú.

De allí que, efectivamente, generalizar sea algo malo.

Si lo hice, aunque me incluí al escribir en primera persona del plural, quizá no fui lo más objetivo. Lo asumo, pero lo que quise significar fue la idea-fuerza planteada: “La peruanidad debería ser un estado de ánimo que nos permita ver nuestros propios defectos para superarnos”.

Y, felizmente, ahora somos un país progresista que respeta los derechos humanos, que crecemos en términos macroeconómicos, que la gente tiene capacidad de gasto (aunque un poco artificial por las tarjetas de crédito), pero que ha llegado la hora de acentuar nuestra identidad nacional para que la justicia y la inclusión social deje de ser una frase. Que llueva parejo, si cabe la metáfora. Como parejos deben ser los modales, la cordialidad, el compromiso con la construcción de una sociedad en iguales condiciones para todos.

No escribo más, pero para la siguiente voy a explayarme sobre lo que concluí en la polémica crónica anterior: “No será esta y probablemente tampoco la siguiente generación de peruanos, la que nos enderece de nuestras malas actitudes y hábitos. Pero, ojalá, cuando empiece la segunda mitad del siglo XXI, entonces sí sea el inicio de un cambio donde empecemos a entendernos como nación, como cultura influyente”…

Verán que es tan importante entender la educación como un proceso permanente que debe empezar por una autocrítica de nuestra sociedad y sus instituciones, para descubrir que tenemos la solución a la mano y no en el paraíso inventado por los gringos…


¡Que tengan una buena semana!
Lima, a 12 de febrero de 2012.

febrero 05, 2012

Hola de nuevo, amigos - A propósito de la comida y la peruanidad


Tienen razón, este sitio tiene o tuvo pocos visitantes, pero la idea es retomar el hilo y subir a la lona de la web...

Ya no me apasiona hablar de vinos, lo confieso. Los tiempos cambian y uno con ellos.

Y en esto tiene algo que ver, lo que afirma el escritor Iván Thays cuando critica la denominada "búrbuja de aire del boom de la gastronomía peruana". Los peruanos tenemos el defecto de creernos el ombligo del mundo. Fuimos parte de una cultura ancestral trascendente y dictatorial, tal como fueron los incas, pero ahora no somos más que una cola de falso progreso de la globalización.

Decía que el tema tiene relación, porque hablar de vinos es una frivolidad. No porque sea malo, sino porque puede resultar muy snob en un país, donde, además, no hay cultura vitivinícola.

Algunos en el Perú se sienten logrados porque vienen artistas desfasados pero de renombre, a cantarnos y a confundirnos. Gastamos nuestro escaso dinero para estar parados en estadios donde vemos de lejos a las "celebridades". No nos damos cuenta que sólo contribuimos a enriquecerlos más, con tal de presumir que somos cosmopolitas.

Tenemos los valores alborotados. Nos confunden las tarjetas de crédito, las ofertas inmobiliarias, la presunción de una posición social, pero no somos más que tristes individuos manipulados por el comercio, la publicidad y también la política.

Pero de política hablaremos en otro momento.

Decía que el comentario de Thays me hizo reaccionar y volver a escribir. Si ya no hay espacios en los medios tradicionales, aquí están (también gracias a la globalización), los medios alternativos.

Quizá exagere el escritor peruano con aquello que la comida peruana es indigesta, pero lo que sí, definitivamente, es desequilibrada en la composición de sus ingredientes.

En la cocina peruana nos desgobierna el comino.

Podría pensarse que los chefs de moda tienen lengua de trapo, porque creen que condimentando con comino, hacemos los potajes más sabrosos. Una prueba más de la falta de exquisitez para guisar. El comino es dominante, absorbente, dictatorial, mata cualquier otro sabor que pretenda competir con él.

Tal como decía una vieja amistad mexicana, guisar con comino, es como meter un calcetín (una media) a un guiso, por lo penetrante y desagradable de su sabor.

Así que tampoco es para rasgarse las vestiduras que alguien que nos prestigia por ser un intelectual de renombre y joven, critique a la comida peruana.

Sin ir muy lejos, en el Perú hay mucha gente que no gusta de la Inca Kola y eso no los hace menos peruanos. Muchos prefieren la Coca Cola, al cabo de la misma corporación.

La peruanidad debería ser un estado de ánimo que nos permita ver nuestros propios defectos para superarnos. Pero eso también es difícil, los peruanos somos envidiosos, intolerantes, informales, nos encanta sacarle la vuelta a las normas.

No nos engañemos. Ni siquiera bebemos pisco, de allí la necesidad de crear un día de celebración.

No será esta y probablemente tampoco la siguiente generación de peruanos, la que nos enderece de nuestras malas actitudes y hábitos. Pero, ojalá, cuando empiece la segunda mitad del siglo XXI, entonces sí sea el inicio de un cambio donde empecemos a entendernos como nación, como cultura influyente, no con base en sacarle la vuelta a los demás, sino en la defensa de las libertades, los valores y el derecho.

No se olviden, la educación empieza en casa, no en las escuelas. Mientras no tengamos esto en claro, pocas cosas habrá por cambiar.

Hasta la siguiente...