Son tiempos difíciles para nuestro querido México. Sin poder
salir de la ola de narcoviolencia y los efectos de su combate en los derechos
humanos, una nueva avalancha atormenta el desarrollo de sus relaciones
comerciales y su soberanía frente al muro fronterizo, todo lo cual ha desatado
una crisis diplomática con Estados Unidos.
Las políticas proteccionistas que el presidente
estadounidense, Donald Trump ha comenzado a poner en marcha, evidencian el
progresivo cierre del mercado americano para promover la inversión desde el interior
de sus fronteras.
Pareciera que Trump no conoce bien la historia contemporánea
y quiere revivir –a su modo– los tiempos de la segunda guerra mundial, cuando
agredidos por los japoneses en Pearl Harbor en 1941, activaron toda su fuerza
industrial para producir buques, submarinos, aviones, bombarderos, tanques,
armamento, municiones, bombas, uniformes, zapatos, medicinas y avituallamiento
con mano de obra en muchos casos femenina.
Pero olvida que Estados Unidos no hubiera podido avanzar en
la reconstitución de sus fuerzas y el apertrechamiento sin los insumos
ofrecidos por todos los aliados latinoamericanos que exportaron acero, tungsteno,
hierro, cobre, petróleo, caucho, madera, carne, granos y textiles, entre otros,
todo ello sin contar la intervención armada de México y Brasil a favor de los
aliados en el conflicto.
Trump puede acelerar la recesión de la economía americana si
mantiene una política de puertas cerradas. Ahora los empresarios escuchan,
acatan y callan, pero cuando la realidad pase la factura, el liderazgo no
encontrará eco en los decisores financieros de la vida americana por más que
amenace con impuestos y aranceles por doquier.
En lo que parece el mundo al revés, el presidente comunista
chino, Xi Jinping apuesta por la globalización y el libre mercado, mientras que
el presidente capitalista americano, Donald Trump se convierte en un militante
del proteccionismo económico, cerrando las puertas de su país al mundo.
Por lo pronto Trump ya firmó un decreto para sacar a Estados
Unidos del tratado de la cuenca del Pacífico, el famoso TPP, mediante el cual
once países buscan incentivar sus lazos comerciales y, ahora, viene la
renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, NAFTA por sus
siglas en inglés.
Proteccionismo ortodoxo que atenta contra la integración de
los mercados internacionales. De acuerdo a las estadísticas, la revisión del
NAFTA resultaría perjudicial para la economía mexicana, teniendo en cuenta
–según varias fuentes consultadas– que 8 de cada 10 dólares son exportados a
Estados Unidos.
Pero como quien se
anticipa a la jugada, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo ha señalado
que México se saldría del NAFTA si no conviene a sus intereses. Postura que
dice bien de este funcionario porque reivindica la soberanía de la nación
azteca y obliga a repensar en mercados y nuevos acuerdos comerciales.
Por si fuera poco, algunos ecos noticiosos advierten que
Canadá se desmarca del problema y negociaría un acuerdo bilateral con Estados
Unidos. “Amamos a nuestros amigos mexicanos, pero nuestros intereses nacionales
están primero y la amistad viene después”, habría dicho un vocero canadiense.
Ironías del destino siendo que es un país de inmigrantes.
La gota que rebosó el vaso fue la amenaza de Trump al
afirmar que si México no pagaba por el muro fronterizo, era mejor cancelar el
encuentro con el mandatario azteca que debía sostener en Washington D.C. Estamos
frente a una crisis diplomática de pronóstico reservado, en donde se juegan
grandes intereses económicos y comerciales.
Luego de un rápido análisis, el presidente de México,
Enrique Peña Nieto anunció la cancelación de su viaje a Estados Unidos y corresponderá ahora a la talentosa diplomacia azteca poner a prueba su experiencia para encontrar
derroteros que defiendan sus intereses soberanos y, al mismo tiempo, la búsqueda
y consolidación de nuevos mercados comerciales.
Que Peña Nieto no se intimide y recobre la credibilidad
perdida. Latinoamérica y el Caribe unidos como nunca, respaldan la soberanía
nacional mexicana y lo que ello representa para todos nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario